“Solo aciertan a alcanzar el éxito quienes han llegado a comprender que toda adversidad lleva en su entraña la semilla de un beneficio.”
¿Quién puede decir de esta agua no beberé? En algún momento de nuestras vidas, a todos nos toca recibir “la visita imprevista de una vieja y exigente maestra: la adversidad”, de la que podemos lamentarnos o de otro lado, aprender muchísimo. Pues bien, si igual va a venir, no nos queda otra que mirarla con buenos ojos y darle la bienvenida. Sólo de esa forma podremos aprovechar su visita para mejorar.
Así es un grupo: como una familia. Entre la alegria y la tristeza. Disfrutando de la subida, resistente ante la bajada. La comunicación se hace imprescindible, desvergonzada en ocasiones, se va diluyendo con el paso del tiempo y hay que volver a dibujarla. Los pasos nos van conduciendo siempre por caminos inciertos, pudiendo observar solo unos pocos metros por delante y cuando nos damos cuenta hemos llegado a un área de descanso.
Es el momento de hacer un alto en el camino y reflexionar. ¿Qué estamos haciendo bien?¿Qué hacemos mal? ¿Dónde coño estamos? ¿Qué es este lugar?
Oxes se dá tiempo. Se toman un descanso para reflexionar. La incertidumbre no sabe de controles, pero la mente necesita de su ración lógica y racional. Es momento de pensar, de retomar el rumbo y la fuerza necesaria para llegar a buen puerto. Es momento de sentir, de volver a empaparse de la esencia del rock y de percibir cerca el entusiasmo. Así es el paso del tiempo, abstracto. Así son muchos momentos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario