sábado, 25 de septiembre de 2010

Crisis mundial... ese gran invento

1929. Ha comenzado el tiempo del gran paro y la pobreza que, como consecuencia de la gran crisis económica mundial, condenarán al hambre a millones de personas. Paradójicamente, es el mismo año, 1929, en que se funda la compañía de comida rápida más famosa del mundo. Heidegger hace una descripción dramática de este panorama devastado: "Por doquier hay conmociones, crisis, catástrofes, necesidades: la miseria actual, la confusión política, la impotencia de la ciencia, el vaciamiento del arte, la falta de suelo en la filosofía y de fuerza en la religión. Sin género de dudas hay problemas por todas partes". Contra estos males se ofrecen todo tipo de soluciones, paliativos, recetas en el ámbito político, económico, social. [...]
La crisis económica mundial fue precipitada por la crisis de la economía norteamericana, que comenzó en 1928 con la caída de los precios agrícolas y estalló el 29 de octubre de 1929 cuando se undió la bolsa de Nueva York. Ese día bajaron rápidamente los índices de cotizaciones de numerosos valores y se vendieron precipitadamente unos dieciséis millones de acciones. Aunque, con las excepciones de Japón y de la URSS, la crisis golpeó en mayor o menor medida a la totalidad de las economías. [...]
Hacia 1933, algunas economías parecían ya camino de su recuperación, y para entonces lo peor de la depresión ya había pasado. Pero sus efectos a corto plazo fueron devastadores. Primero, el desempleo alcanzó cifras jamás conocidas: 14 millones en Estados Unidos, 6 millones en Alemania, 3 millones en Gran Bretaña y cifras comparativamente parecidas en numerosísimos países. Segundo, la crisis social favoreció el extremismo político. El temor real o ficticio al avance del comunismo y de la agitación revolucionaria provocó en muchos países el auge de movimientos de la extrema derecha y en algunos, como los de los Balcanes y los bálticos, la implantación de dictaduras de fascistizantes. Peor aún, la crisis contribuyó decisivamente al colapso de la República de Weimar y a la llegada de Hitler al poder.

Texto extraído del libro de Josep Muñoz Redón "La cocina del pensamiento" (RBA Libros)

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